Pintura 2006 (6to)

José Luis Carranza Gonzáles

5 : 00 a.m. ,
SANATORIOS Y MEDALLAS ,
5 : 00 a.m.

Las infecciones siguen avanzando y la medalla no logra purificación alguna, son las 5:00 a.m. y aún sigo sentado en el sillón rojo escarlata de mi estudio; la enfermera ya abandonó la sala y mi lustrosa medalla sigue en el deposito de ropa sucia; no hay indicio alguno de cura y mi sardónica sonrisa hace juego con mi grandiosa condecoración; siempre me resulta adorable la sonrisa del Prefecto y siempre me resulta mas odiosa mi sonrisa en las fotografías, la dorada medalla , la preciosa medalla solo brilla de manera necia y no soluciona mis problemas con la lente; sigo en el sillón escarlata y siempre adoro mis condecoraciones: cráneos de sèforis, cabellos fraternales de mi pálida hermana, fotos de mi madre adolescente y dientes de algún extraño homínido; mi regia condecoración resplandece y sonríe, se revuelca entre las cenizas de mi primer Hamster. Mi enfermera retorna a la sala y suelta gentiles alaridos entre cuescos y cuescos. Son treinta dos nuevas canas y catorce nuevas marcas de calmantes , cinco mejores amigos y dos nuevas mascotas, además de un abogado chupa sangre y una extinta palmera que no debía crecer en el cuarto de baño; mi medalla, mi preciosa medalla, esta vez rueda de manera sexy por mi inundado estudio, frente a la mirada atónita del resto de pacientes, rueda y rueda, se introduce en el alcantarillado y se entierra de manera cariñosa bajo los restos de mi ultimo almuerzo. Las infecciones siguen avanzando y el sanatorio se convierte en un tierno hogar . 5:00 a.m., 5:00a.m., 5:00a.m., me condecoran y los condecoro, la cámara de cremación es el cálido colchón que solo deja extrañas cosas de manera sólida: cabezas de huesos largos, dientes , prótesis y mi gentil medalla que se niega a confundirse entre las vísceras carbonizadas. Son las 5:00 a.m., son las 5:00a.m., son las 5:00 a.m.






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