Reflexión Final


El informe publicado en este espacio, en el cual se ha descrito y detallado el caso de las donaciones para la muestra “La otra cara de la Medalla”, no solamente busca dar a conocer lo sucedido; sino también, visibilizar el desinterés generalizado que las distintas gestiones de la ENSABAP vienen mostrando por años frente a su alumnado, egresados y egresadas.


Ese desinterés, no solamente es la consecuencia de la falta de voluntad de gran parte de quienes han ocupado los cargos directivos y administrativos, incluso de muchos quienes han tenido a su cargo la enseñanza; sino además, como muchas veces suele suceder, tiene que ver con el plano menos racional de las personas. Es decir, tiene que ver con el plano de las emociones y las pasiones, donde los sentimientos más encontrados se ponen de manifiesto en todo momento y son los que finalmente terminan envenenando a cualquiera de las más francas y sinceras intenciones. Así, en esta casa de estudios, muchas veces el individualismo y la constante contraposición de egos suelen dar paso a la envidia, al resentimiento, al rencor, a la arrogancia, a la soberbia, a la intolerancia o a la frustración; entremezclándose con la ambición y las luchas de poder de muchos, e imposibilitándonos ver con mayor claridad cualquier objetivo común. Aparentemente son estas dinámicas interpersonales las que han terminado imponiéndose a cualquier razón y determinando los cauces por donde han discurrido los problemas y las soluciones de esta importante escuela pública de arte del país.

En este sentido, no resulta difícil entender por qué durante mucho tiempo los distintos cargos directivos y administrativos se han preocupado más por mantener sus puestos e intereses personales, y también por conservar un aparato administrativo ineficiente y burocrático pero complaciente con los mismos; en lugar de establecer reestructuraciones y políticas administrativas más coherentes con una escuela de arte y que vayan en un beneficio real del alumnado. Así mismo, no resultaría difícil darse cuenta de por qué muchos docentes han preferido vivir ensimismados en sus riñas personales y en generar divisiones en beneficio de sus propias aspiraciones, que en esforzarse por actualizarse y capacitarse profesionalmente con el fin de que ello redunde en una mejor formación del estudiantado.

Sin duda, estas dinámicas de carácter individualista se encuentran instaladas desde hace mucho tiempo dentro de la institución - incluso en la misma formación del alumnado - reflejándose en la infinidad de problemas concretos que acompañan a esta casa de estudios. Así, se puede observar, desde las pésimas condiciones de infraestructura en las que el alumnado tiene que formarse, pasando por una currícula desfasada y unidireccional que sólo le ofrece posibilidades muy limitadas de proyección dentro y fuera de la institución, hasta el abandono y olvido sistemático del egresado y egresada. Hoy en día, ese mismo desinterés e indiferencia de muchos funcionarios no sólo está generando que la institución desatienda a sus egresados y egresadas, como en el caso que se ha detallado en gran parte de este blog; sino que termine por faltar a compromisos importantes con actores externos a la institución.

Sin duda, los problemas posteriores a la muestra “La otra cara de la Medalla” son un claro ejemplo de olvido, de postergación y de falta de respeto por parte de la institución respecto a sus egresados y egresadas. Esto, aunque a muchos no sorprenda, no deja de seguir siendo un gran impedimento para el fortalecimiento de la propia institución; y al mismo tiempo, nos alerta acerca de la urgencia que existe en estos momentos por resolver problemas estructurales dentro de esta casa de estudios. En este sentido, ninguna gestión directoral ni administrativa va a resolver los graves problemas que la aquejan; menos si éstas no tienen el compromiso moral de hacerlo o se encuentran avaladas por gobiernos indiferentes. En este sentido, es el estudiantado organizado y somos los egresados/as comprometidos/as con la ENSABAP, quienes deberíamos exigir y proponer con inteligencia el tipo de escuela pública de arte que se requiere. Esto es, una escuela pública de arte con una infraestructura adecuada para el desarrollo artístico del alumnado, conformada por un personal administrativo eficiente y, sobre todo, integrada por personal docente altamente calificado. Una escuela pública de arte que imparta una formación multidisciplinaria con un enfoque técnico y conceptual, que forme artistas que logren integrarse eficientemente tanto en el ámbito cultural como en el mundo laboral y, al mismo tiempo, que forme artistas implicados en la transformación de su sociedad, con espíritu crítico y compromiso social. Finalmente, una escuela de arte pública con gratuidad de la enseñanza sin temor a que ello la vea condicionada en la calidad de la misma, sino por el contrario que persiga una constante mejora educativa y que promueva más alternativas y mejores servicios dirigidos a los que menos recursos tienen.

Para ello, será necesario seguir aportando desde los espacios en los que nos toque estar, desde dentro o desde fuera, sea como estudiantes o como egresados/as. Es fundamental unir nuestros esfuerzos para impedir que las distintas gestiones que pasan por esta casa de estudios, continúen extrapolando los intereses del estudiantado en beneficio de los propios. Es necesario trabajar en vías de una institución digna y respetuosa de la formación de sus alumnos y alumnas, y que además se preocupe de mantener un vínculo cordial con sus egresados y egresadas; sin duda, un alumno o alumna que reciba lo mejor de su institución sabrá en el futuro retribuir en favor de la misma, lo contrario seguirá conllevando al lamentable panorama que hoy seguimos viendo con gran preocupación.

6 comentarios:

julialicia dijo...

Estamos inmersos en esta desidia e inercia en que cualquier institución del estado no da la menor señal de interés por la Cultura - Arte, no cumple sus funciones.

Es muy importante que se registre hechos como los que han vivido, porque eso evidencia todavía la falta de PROYECCIÒN de la ENSABA, no hay la voluntad de MEJORAR SU CONDICIÒN,ya que siempre se esta vanagloriándo durante sus 90 años de existencia de su PASADO.

Ya es el momento de REFLEXIONAR nuestra postura, exigir con todo derecho que se actualice, que entienda ¿en què contexto estamos viviendo?¿quienes son sus futuros ingresantes? ¿Que va ser de ellos? Que no sea pura FICCIÓN!!!!

La ENSABA no es nada sin sus alumnos y sus egresados, su historia se la ha ganado no por don divino.

Por lo mismo exigimos mas RESPETO, SI QUIEREN SER RESPETADOS.



ARTE- INTEGRADOR - .MEDIADOR.-CULTURA.



JULIA SALINAS SÁNCHEZ

ARTISTA PLASTICO

julialicia dijo...

Estamos inmersos en esta desidia e inercia en que cualquier institución del estado no da la menor señal de interés por la Cultura - Arte, no cumple sus funciones.

Es muy importante que se registre hechos como los que han vivido, porque eso evidencia todavía la falta de PROYECCIÒN de la ENSABA, no hay la voluntad de MEJORAR SU CONDICIÒN,ya que siempre se esta vanagloriándo durante sus 90 años de existencia de su PASADO.

Ya es el momento de REFLEXIONAR nuestra postura, exigir con todo derecho que se actualice, que entienda ¿en què contexto estamos viviendo?¿quienes son sus futuros ingresantes? ¿Que va ser de ellos? Que no sea pura FICCIÓN!!!!

La ENSABA no es nada sin sus alumnos y sus egresados, su historia se la ha ganado no por don divino.

Por lo mismo exigimos mas RESPETO, SI QUIEREN SER RESPETADOS.



ARTE- INTEGRADOR - .MEDIADOR.-CULTURA.



JULIA SALINAS SÁNCHEZ

ARTISTA PLASTICO

resurgente dijo...

“…límpiate los ojos de esperanza…”
Martín Adán (“La casa de cartón”)


Siempre he pensado que, cuando uno sale de una institución educativa, sea esta de formación primaria, secundaria o superior (“profesional”), lo mejor es no ver hacia atrás, sino romper el cordón umbilical, y asumir una actitud parricida hacia ellas.

Luego de leer tu correo, me doy cuenta, no muy a mi pesar, que sigo teniendo razón, y más cuando se refiere al la ENSABAP que con el correr de los años debió ser ENSARTAB, y es que ella se ha convertido desde las últimas décadas del siglo pasado en una de las “bastardas” de los gobiernos de turno entre las instituciones educativas estatales descuidadas. Y es que su bastardía se sustenta en que la cultura = arte, siempre ha merecido la no-consideración por parte del estado, pero también por la mayoría de ciudadanos. Pero qué tan importante es el arte en un país que se muere de hambre, y no solo me refiero a la necesidad estomacal, mas la ENSABAP no es la única que ostenta esa condición, hay otras, pero coinciden en que están en el mismo paquete del arte, entonces el país se muere también de des-hambre, de desinterés hacia todo lo relacionado al arte, entendiendo arte, a la pintura, escultura, música, teatro, ballet, etc., parece ser que tan solo la literatura ha logrado ganarse un espacio entre la indiferencia, a base de un esfuerzo mendigante, es decir recurriendo a la buena voluntad monetaria de las personas.

resurgente dijo...

(2da Parte)

Pero volviendo a la ENSABAP, hay la ENSABAP, la tantas veces denostada, la tantas veces violentada, la tantas veces agredida, la tantas veces ultrajada, la tantas veces víctima de asesinato y tantas veces sobreviviendo, y me pregunto por qué?, tal vez sea porque sigue siendo una minita para algunos, y es que en eso se ha convertido, la ENSABAP es una ramera paquidérmica y avejentada, la cual unos cafres, ratas, lagartijas, sanguijuelas se siguen alimentando de la poca leche rancia que sale de sus ubres chorreadas. Pero eso no es lo más sorprendente, sino la cantidad de personas que parecen creer aún en ella, como las que, de manera directa o indirecta se vinculan o pretenden vincularse con ella, personas que se podrían clasificar así, los que de manera directa, por medio de la docencia quisieran cambiar algo el nivel actual, pero que después se dan cuenta que la realidad termina sumiéndolos en la modorra y la resignación, lo mismo sucede con alguno, si es que hay, que asume algún cargo importante con pretensiones de cambios, y los de manera indirecta se interesan por cambiar y mejorar su situación (de la ENSABAP) a través de organizaciones extra-institucionales, todas estas conformadas por personas cual Travis, pretenden ingenuamente re-formarla, alejando a los proxenetas que fungen de administradores. También están los que de manera directa o indirecta se interesan por cambiar y mejorar su situación (personal), los primeros, los que ingresan a ella de manera legal en algún alto cargo o como docentes, con el único fin de llenarse los bolsillos o sacar algo para subsistir, sin importarles la mediocridad en la que se desenvuelven y hunden cada vez más a la institución en el asqueante lodazal; y los segundos que lo único que hacen es minarla desde afuera, y aprovechar el desconcierto para colarse entre las grietas y apoderarse de ella.
El tercer grupo interesado, son los estudiantes y los que van a serlo, grupo sobre el cual en parte se sustenta económicamente la ENSABAP, carne de cañón a los cuales se les sacrifica el tiempo y exprime los bolsillos (de sus padres).

resurgente dijo...

Lo que cuentas, que pasó con la muestra “La otra cara de la Medalla”, es un claro ejemplo de lo que pretenden las nuevas personas que dirigen la ENSABAP, conservar las mismas artimañas de la anterior gestión para mantener el status quo, no habrá cambios significativos, y el libro publicado y presentado entre comadres lo evidencia, pues esa publicación es la re-afirmación del pensamiento nefasto que se mantiene, que nos dice, las generaciones de los artistas publicados son las mejores, y que seguro se inocularán en las mentes incautas de nuevas víctimas; y por tanto las recientes generaciones no merecen ser publicados, no merecen ser considerados artistas, así hayan ganado una Medalla de Oro, pues estos últimos ganadores no dan la talla, no cumplen los requisitos, por tanto no son merecedores de tal titulación, pues en verdad no tienen título, y que solo con ellos La Escuela procreará mejores artistas y sobre todo legales. La ENSABAP no cambiará por el solo hecho de tener categoría universitaria, pues seguirán moviéndose en un sistema anacrónico, por tanto, para cambiar de verdad debería ser quemada, pues es la única manera de eliminar la podredumbre y sobre sus cenizas sembrar las bases de lo que debe ser una nueva Escuela de Arte; ¿………..?, pero como las instituciones no son lo malo, sino las personas que la dirigen, lo que se debería hacer es hacer una campaña para que nadie estudie en ella, hasta que los ineptos y apestados que la dirigen se mueran de inanición, hasta que se renueve totalmente, y si no ocurriese, volver a hacer campaña, y si no, volver, y volver, y quién sabe si después de tanta muerte algo cambia al final.

resurgente dijo...

(3ra Parte)

Lo que cuentas, que pasó con la muestra “La otra cara de la Medalla”, es un claro ejemplo de lo que pretenden las nuevas personas que dirigen la ENSABAP, conservar las mismas artimañas de la anterior gestión para mantener el status quo, no habrá cambios significativos, y el libro publicado y presentado entre comadres lo evidencia, pues esa publicación es la re-afirmación del pensamiento nefasto que se mantiene, que nos dice, las generaciones de los artistas publicados son las mejores, y que seguro se inocularán en las mentes incautas de nuevas víctimas; y por tanto las recientes generaciones no merecen ser publicados, no merecen ser considerados artistas, así hayan ganado una Medalla de Oro, pues estos últimos ganadores no dan la talla, no cumplen los requisitos, por tanto no son merecedores de tal titulación, pues en verdad no tienen título, y que solo con ellos La Escuela procreará mejores artistas y sobre todo legales. La ENSABAP no cambiará por el solo hecho de tener categoría universitaria, pues seguirán moviéndose en un sistema anacrónico, por tanto, para cambiar de verdad debería ser quemada, pues es la única manera de eliminar la podredumbre y sobre sus cenizas sembrar las bases de lo que debe ser una nueva Escuela de Arte; ¿………..?, pero como las instituciones no son lo malo, sino las personas que la dirigen, lo que se debería hacer es hacer una campaña para que nadie estudie en ella, hasta que los ineptos y apestados que la dirigen se mueran de inanición, hasta que se renueve totalmente, y si no ocurriese, volver a hacer campaña, y si no, volver, y volver, y quién sabe si después de tanta muerte algo cambia al final.